2020 fue un año distinto para todos. La presencia de la Covid-19 en Colombia nos llevó a replantear nuestra estrategia y transformarnos de cara a las necesidades de nuestros clientes, colaboradores, las comunidades en los territorios, el mercado energético en la región y la realidad que está viviendo el país.
Si algo tenemos muy claro, tanto en el Grupo Energía Bogotá como en TGI, es que está Primero la Vida. Fieles a ello, nos comprometimos a mantener la continuidad de nuestros proyectos y operaciones con la excelencia que nos destaca en el mercado y, sobre todo, garantizando la seguridad de nuestro equipo humano y de los habitantes de los territorios donde hacemos presencia.
Fue así como priorizamos el trabajo en casa para entre el 50% y el 80% de nuestros colaboradores, así como la implementación y el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad y las medidas para mitigar la propagación de la pandemia, labor reconocida con la certificación Safe Guard, luego de las auditorías llevadas a cabo por Bureau Veritas Quality en nuestras sedes administrativas en Bogotá y Pereira. Nos propusimos superar las fronteras de espacio y estar siempre conectados con nuestros equipos de trabajo haciendo uso de la tecnología y sobre la base de la cultura que compartimos. Una cultura formada por líderes que estuvieron comprometidos con superar las dificultades naturales que nos trajo la pandemia. Líderes humanos. Queríamos sentirnos cercanos: eso es parte de la cultura que nos caracteriza.
Fue así como pasamos de ser una compañía de 457 colaboradores a una gran familia de más de 2.500 personas que recibió orientación, comunicación clara y oportuna, así como actividades de formación, salud y bienestar para estar siempre fortalecidos.
Esta estrategia, acompañada de las medidas de bioseguridad, dio cuenta de tan solo 29 casos (6,3% de nuestra población laboral) del total de los 300 positivos que fueron reportados en GEB y sus empresas filiales. Ninguno de ellos fue catalogado como “complicación mayor” y todos se recuperaron satisfactoriamente.
Durante la pandemia no solo cuidamos a nuestros equipos de trabajo y sus familias: también llegamos hasta las regiones con nuestro compromiso de generar progreso, especialmente en un año en que las comunidades tanto nos necesitaron. Por eso desarrollamos una estrategia de intervención en los territorios de nuestra área de influencia para la prevención de contagios y el trabajo conjunto con autoridades locales, entendiendo que entre todos podemos salir adelante en condiciones de crisis. Un claro ejemplo es que estuvimos siempre presentes y al lado de las comunidades de La Guajira, y no solo durante la pandemia, sino también cuando se vieron afectadas por la ola invernal.
Prestamos el servicio público sin interrupciones: así, el país no se detuvo. Además, continuamos dos grandes proyectos de infraestructura, mientras generábamos más de 2.000 empleos directos e indirectos en los territorios, llevando con ello progreso a las comunidades con más de 40 iniciativas de gestión social avaluadas en COP 2.811 millones.
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Si algo tenemos muy claro en TGI es que está Primero la Vida. Fieles a ello, en 2020 garantizamos la seguridad de nuestro equipo humano y de los habitantes de los territorios donde hacemos presencia.
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Si algo tenemos muy claro en TGI es que está Primero la Vida. Fieles a ello, en 2020 garantizamos la seguridad de nuestro equipo humano y de los habitantes de los territorios donde hacemos presencia.
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Si algo tenemos muy claro en TGI es que está Primero la Vida. Fieles a ello, en 2020 garantizamos la seguridad de nuestro equipo humano y de los habitantes de los territorios donde hacemos presencia.
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Si algo tenemos muy claro en TGI es que está Primero la Vida. Fieles a ello, en 2020 garantizamos la seguridad de nuestro equipo humano y de los habitantes de los territorios donde hacemos presencia.
Respecto al primer proyecto, denominado Cusiana Fase IV, entró en operación el loop Puente Guillermo-La Belleza en diciembre de 2020, aumentando con ello en 11 MPCD la capacidad del Sistema Nacional de Transporte. En el primer semestre de 2021 tenemos planeada la terminación mecánica del loop Provenir-Miraflores, para culminar obras y dar inicio al cierre y transferencia del proyecto.
En cuanto al Proyecto Reposición Ramales, entraron en operación los ramales Zona Industrial-Cantagallo, Cantagallo-San Pablo y Galán-Yondó, finalizando así la reposición a nuevos de los cinco ramales planeados.
Con estos proyectos, más allá de transportar el energético para prestar un servicio de conexión de gas a un hogar, un comercio, una estación de servicio o una industria, lo que estamos haciendo es transformando las vidas de las personas y generando prosperidad en las comunidades a las que llegamos.
Allí somos líderes en temas de equidad de género, pues no solo estamos mejorando las condiciones de vida, por ejemplo, de una mujer por el hecho de que pueda cocinar con gas, sino que también estamos generando oportunidades laborales desde el papel protagónico que ellas tienen en la sociedad.
Y a pesar de que nuestro esfuerzo estuvo concentrado en aportar a la dinámica del sector aun en medio de la pandemia, en Colombia el efecto de la medida de aislamiento obligatorio preventivo, en el marco de la declaratoria de emergencia sanitaria, generó un decrecimiento del consumo de gas natural: pasó de 1.014 GBTUD aprox. a 877 GBTUD. A partir del 1.o de septiembre, con el cese de la medida el consumo estuvo en promedio, hasta final de año, por encima de los 910 GBTUD, según estudios del Gestor del Mercado de Gas Natural, que forma parte de la Bolsa Mercantil de Colombia.
Así, el deterioro de la demanda, fruto de la desaceleración económica y los precios más altos, supuso una mayor vulnerabilidad para los actores de la cadena energética. Sin embargo, logramos acuerdos transitorios como cadena (generadores, transportadores y distribuidores) para aliviar al usuario final. Desde TGI le dimos respuesta a esta situación con la aplicación de la Política Comercial Transitoria, que nos permitió negociar las tarifas sobre la demanda afectada.
En consecuencia, nuestros ingresos operacionales alcanzaron USD 456, millones un decrecimiento del 3% respecto a 2019, y alcanzamos un cumplimiento del 92% del presupuesto planteado a inicio de año. Logramos que los gastos cerraran 13% por debajo del presupuesto, esfuerzos que fueron el resultado de la puesta en marcha de una estrategia de eficiencia que contribuyó a un Ebitda de USD 351,5 millones, 2% menor que en 2019 y 6% menor respecto al presupuesto. Además, pudimos entregarles dividendos a nuestros accionistas por alrededor de USD 94,6 millones.
De esa manera, gracias a la estrategia de eficiencia y control financiero, en TGI mantuvimos unos niveles de caja robustos que nos permitieron cumplir las obligaciones de pagos, tanto operativos como financieros. Asimismo, mantuvimos la calificación de grado de inversión, la cual fue ratificada por las principales agencias calificadoras de riesgos: Moody’s Baa3, perspectiva estable, y Fitch BBB, perspectiva estable.
Podemos decir, entonces, que en 2020 seguimos desarrollando nuestro Modelo de Negocio de manera sostenible, entendiendo que este es el camino con el que aportamos al crecimiento de Colombia y alcanzamos un equilibrio entre los réditos económicos, sociales y la protección medioambiental, en un entorno colaborativo con nuestros grupos de interés.
Nuestra estrategia de sostenibilidad en 2020 estuvo alineada con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Esto nos permitió la debida diligencia de los impactos sociales y ambientales en los proyectos, el respeto por los Derechos Humanos en la operación y en la cadena de valor, así como la generación de alianzas con los gobiernos nacional, regionales y locales.
